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Diario El Progreso 

A Gutiérrez lo visitó un poderoso

Olga Imbaquingo Corresponsal en Nueva York

A Lucio Gutiérrez lo visitó un “terrorista económico” apenas ganó la Presidencia de la República (en el 2002). “Por eso se quitó la máscara de izquierdista y se viró hacia EE.UU.”, así lo dijo John Perkins a Amy Goodman, en el programa de televisión Democracy Now.

Perkins desde hace un año es un frecuente invitado en los foros alternativos más importantes de EE.UU., gracias a su libro “Confesiones de un terrorista económico”. El mismo se considera un ex miembro de ese clan de infames hombres que van sembrando la pobreza y corrompiendo a los lideres políticos y económicos en los países pobres a favor de las grandes transnacionales.

“Un amigo que todavía sigue trabajando como terrorista económico lo visitó a Gutiérrez”, senaló Perkins. Ya la pregunta de Goodman de que si se puede revelar ese nombre, respondió que no, pero que da fe de que es verdad porque conoce bien que aquel tipo que llegó a Carondelet y que sigue trabajando como sobornador profesional del imperio.

El cambio radical de Gutiérrez sigue siendo fuente de lucubraciones de por qué un candidato que se gané el voto de los pobres y de los indígenas por su tendencia izquierdista pronto terminó revelando lo contrario.
En la prensa estadounidense, la figura de Gutiérrez también fue motivo de comparaciones con Evo Morales durante la recta final de la campaña en Bolivia.

Incluso algunos llegaron a preguntarse si Morales no haría lo mismo que el ex Mandatario del Ecuador, pero según Perkins, el Presidente boliviano tiene una ideología formada, algo de lo que Gutiérrez carece.
Perkins parece estar convencido de lo que dice, tanto que la misma versión la compartió el mes pasado con el diario inglés The Guardian.

A poco menos de una semana de haber llegado a la Presidencia, Gutiérrez tuvo un visitante: “un terrorista económico entró a su oficina y le dijo 'felicitaciones señor presidente, quiero que sepa que de este lado tengo un par de millones de dólares para usted y para su familia si usted coopera con el Tio Sam y con nuestras compañías de petróleo. De este otro lado tengo una pistola con una bala con su nombre”.

Casi en las mismas palabras explicó en Democracy Now cómo el terrorista económico que él conoce le planteó a Lucio Gutiérrez la verdad del poder económico en blanco y negro.

En los siguientes dos meses, Gutiérrez habría hecho su elección, la cual se reflejó aplicando su plan de austeridad, que afectó a la gente que lo eligió, elevó los precios del combustible en un 35 por ciento y congeló el salario del sector público por un año.

El ahora escritor Perkins, reconoce a The Guardian que ésa es una particularmente difícil situación, que en la forma parece sutil pero donde el mensaje es claro.

¿Qué pasó con Gutiérrez? pregunto Goodman en Democracy Now. “Le falló a su país y a su gente y una gran revuelta popular lo expulsó del poder. Desde aquí no es fácil entender a la región pero allá hay una población cada vez más consciente. Ahora hay un presidente interino y cuando nombren al nuevo mandatario otro terrorista económico lo visitará. Así es como funciona el sistema”.

Perkins se precia de conocer la realidad del Ecuador. Durante una entrevista con EL COMERCIO a propósito de su libro dijo: “de lo que pasó en Ecuador en los últimos 40 años debo aceptar cierta responsabilidad. Aquí la gente se pregunta por qué nos odian tanto si les damos mucho dinero y no saben que nos llevamos demasiado de sus países. Cuando estoy entre los ashuar, los shuar, los huaoronis, cuando voy a Shell o Puyo noto que la gente sabe que les robamos, sólo la gente de mi país es la ignorante”.

Roldós, Torrijos y Lula

El asunto es simple, según Perkins, un terrorista económico llega y le dice aquí tengo estos millones, pero si no le gusta luego lo visitarán los chacales (agentes de la CIA). Según su libro, que figura en la lista de los 15 más vendidos en EE.UU., los presidentes Jaime Roldós y Omar Torrijos (de Panamá) no se dejaron sobornar por eso fueron asesinados en situaciones muy parecidas, con apenas tres meses de diferencia.

“No compartí mucho con Roldós como con Torrijos. Tratamos de enredarlo en nuestro sistema y no se dejó. Me dí cuenta de que era un hombre íntegro que no le temía a las petroleras y estaba dispuesto a que le paguen lo justo por los recursos. Fallamos con Roldós, nuestro trabajo era hacer corruptible a la gente como él para que no se conviertan en un peligro para el sistema”, le dijo a este Diario el año pasado.

Cuando Perkins hace un recuento de los hechos señala que no había nada que un sicario económico le diga a Lula que el Financial Times ya no le haya dicho. “Lo mismo que le pasó a Lula le pasó a Gutiérrez”, la diferencia fue que Lula tenía más poder del que él mismo se imaginaba.

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